domingo, 3 de junio de 2012

Entonces la inocencia


                                                   Para Nori                                                  

Entonces yo metía la soledad en botes
y bajaba rodando por los prados en cuesta
y disecaba insectos en cajas de cerillas
y entendía la muerte como el final de un cuento
y esperaba la lluvia con las botas de goma
y me hacía feliz estrenar las libretas.

Entonces me escapaba muchas tardes de casa
y subía a los pinos y vendía las piñas
y nunca había visto de verdad girasoles
y me parecía lejos lo que estaba muy cerca.

Entonces me sabía entero el Catecismo,
pero no me gustaba tener que entrar a misa
y estrenaba por Pascua sandalias y bombachos
y estrenaba en Difuntos pantalones de felpa.

Entonces ya admiraba qué libres son los pájaros
y no quería ir siempre por los mismos caminos.

Entonces no me daban respingo las noticias
ni asco los gusanos ni miedo las culebras
ni angustia ningún peso.


© Aurelio González Ovies
Nada