Los
labradores cantan con voz de vino dulce
algo muy parecido a nuestra infancia.
La grana de la ausencia empieza a desbordarse sobre el muro
de estas largas tardes de cal viva.
Jamás podrán los hombres arrancarse su sangre
ni romper el espacio de las primeras manos
ni detener los barcos que parten con el tiempo.
Los labradores cantan y oscurece otro día
por detrás de los árboles.
Nació en Bañugues, Asturias, en 1964. Es doctor en Filología Clásica por la Universidad de Oviedo, donde es profesor titular de latín.
Ha publicado los poemarios Las horas en vano, Versos para Ana sin número, La edad del saúco, En Presente, La hora de las gaviotas, Vengo del Norte, Nadie responde, Nada, 34 (Poemes a imaxe del silenciu), Tocata y Fuga y la Antología Esta luz tan breve (Poesía 1988-2008). Es coeditor de Cuadernos Fíbula, al lado de Marian Suárez: La muerte tiene llave, Con los cinco sentidos, Las señas del perseguidor, Una realidad aparte y No. A través de la Editorial Pintar-Pintar ha aportado al mundo de la poesía para niños libros destinados a convertirse en clásicos: El Poema que cayó a la mar, Chispina, Caracol, Todo ama, , Mi madre y Loles.