Al otro lado del poniente
hay un oráculo de dioses ilegales
que te explican en ático porqué se escapa
el tiempo.
No piden nada a cambio
de izarte en uno de sus templos para siempre
o convertir tu boca en un perfume
de hierbas consagradas.
Pregunta por el camino más olvidado
de la tierra y no mires lo que se queda atrás
hasta la luz del alba.